Cuando la tristeza no se va:

hablemos de depresión

Más que tristeza…

Sentirse triste de vez en cuando es parte natural de la vida. Todos pasamos por momentos difíciles, duelos, rupturas o cambios importantes que pueden afectarnos emocionalmente. Sin embargo, cuando esa tristeza se vuelve persistente, profunda y comienza a interferir en el día a día, puede ser señal de algo más: una depresión o un trastorno del estado de ánimo.

Hay días en los que no apetece nada. Te levantas sin ganas, como si el mundo pesara demasiado. Nada te ilusiona, todo parece gris, y aunque lo intentes, no encuentras la fuerza. Puede que incluso te preguntes qué sentido tiene seguir así. Si te suena familiar, quiero que sepas algo importante: no estás solo/a. Ni estás exagerando. Esto tiene un nombre, y se puede trabajar. Se llama depresión.

La depresión no siempre se ve desde fuera. A veces que quien la sufre sigue yendo a trabajar, sigue sonriendo por fuera… pero por dentro, todo se va apagando. Esa sensación de vacío, la falta de energía, la apatía o incluso la idea de que “no merece la pena seguir así” pueden ser señales claras de que algo no va bien.

¿Por qué aparece?

No hay una sola causa. A veces llega después de una pérdida, una ruptura, una etapa de estrés o una acumulación de cosas no resueltas. Otras veces, aparece sin un motivo concreto, y eso puede desorientarnos aún más.

También influyen factores biológicos, hormonales, el estilo de vida, la historia personal o incluso el entorno en el que vivimos. Lo que está claro es que la depresión no es debilidad ni falta de carácter. Es un trastorno del estado de ánimo, y como tal, necesita ser tratado con respeto y profesionalidad.

salud mental

¿Qué es la depresión?

La depresión es mucho más que estar triste. Es un trastorno del estado de ánimo que afecta tanto a nivel emocional como físico y cognitivo.

Puede manifestarse de muchas formas, pero entre los síntomas más comunes se encuentran:

  • Sentimientos de tristeza o vacío que duran semanas o meses.

  • Pérdida de interés o placer en actividades que antes se disfrutaban.

  • Fatiga constante o sensación de no tener energía.

  • Cambios en el apetito o el sueño (dormir demasiado o muy poco).

  • Dificultad para concentrarse o tomar decisiones.

  • Sentimientos de inutilidad, culpa o desesperanza.

  • Pensamientos relacionados con la muerte o ideas suicidas.

Si te reconoces en esto, o alguien cercano a ti lo está viviendo, no lo minimices. No es flojera. No es drama. Es sufrimiento emocional, y necesita acompañamiento.

¿Qué hacer si te sientes así?

Si llevas tiempo sintiéndote triste, apático o sin fuerzas para afrontar el día, no lo ignores. La depresión no es una debilidad ni algo que se solucione “echándole ganas”. Es un problema de salud que necesita ser atendido con cuidado, empatía y acompañamiento.

Acudir a un profesional de la psicología es el primer paso para comprender qué está ocurriendo y comenzar un tratamiento adecuado. La terapia psicológica, en muchos casos combinada con apoyo psiquiátrico, puede ayudarte a recuperar el equilibrio emocional y reencontrarte contigo misma o contigo mismo.

El primer paso es pedir ayuda. A veces cuesta, da miedo o vergüenza, pero dar ese paso puede cambiarlo todo. La terapia psicológica puede ayudarte a entender lo que te pasa, trabajar el origen de ese malestar y poco a poco, recuperar el sentido y la conexión contigo misma.

También es importante rodearte de apoyo, hablar, permitirte sentir, descansar sin culpas y recordar que no tienes que poder con todo sola. Pedir ayuda no es rendirse. Al contrario: es un acto de valentía. Si te reconoces en estas palabras o conoces a alguien que podría estar atravesando algo similar, da el paso. Hablarlo puede marcar la diferencia.

Puedo ayudarte?

Si quieres concertar una cita llámame o mándame un WhatsApp al +34 600 632 142, escribe un mail a psicologacelinamcintosh@gmail.com o rellena el siguiente formulario y me pondré en contacto contigo.

14 + 8 =